La ocupación de las casas rurales esta Semana Santa ha sido de casi un 90%, parece que el turismo rural está saliendo reforzado de la crisis económica. Se trata de turismo interior, por lo que es perfecto para una pequeña escapada, que no tiene porqué salirnos demasiado cara. Así que nosotros también decidimos probarla.
El primer objetivo era buscar una zona cercana y la provincia de
Guadalajara parecía una buena opción, con sus extensos paisajes sólo recortados por la línea del horizonte, perfectos para desconectar de la ciudad. Además, como íbamos a estar dos días por allí, teníamos que buscar un sitio donde dormir. Buceando en Internet encontramos el
Hotel Cardamomo, en
Carabias, un pueblecito a alrededor de una y media de Madrid, nuestro punto de partida y a 10 km de
Sigüenza, uno de las paradas obligadas de la ruta y la más poblada.
Por tanto, con el único objetivo de llegar al final de la tarde a Carabias y de recorrer bellas extensiones atravesadas por carreteritas, deteniéndonos en pequeños pueblos, cogimos el coche y tomamos la Nacional II dirección Guadalajara y Sigüenza.
Primera parada, Brihuega:
A la altura de Torija, localidad con un precioso castillo de piedra blanca, merece la pena desviarse y continuar la ruta hasta Brihuega. Allí, un tranquilo paseo nos permitirá disfrutar de las murallas árabes del s.XII, mientras rodeamos el pueblo y contemplamos a lo lejos, más allá de la interesante Plaza de Toros, el Castillo de la Peña Bermeja de la misma época. Llegados a la altura del castillo, esta preciosa puerta de la muralla nos conduce fuera del recinto, a la Iglesia de Santa María de la Peña, de arquitectura cisterciense en la transición del románico al gótico, data del s. XIII. La recoleta plaza en la que se sitúa bien merece una parada.
Además, el conjunto de la Plaza Mayor y sus calles adyacentes son también testimonio de la típica arquitectura de esta zona, denominada La Alcarria. Así que sólo hay que dejarse llevar para descubrir pequeños rincones anclados en el tiempo como el de la foto.
Sin embargo, aún nos queda por explorar un imprescindible del pueblo, La Real Fábrica de Paños. Su edificio circular se divisa mientras paseamos, aunque será necesario subir una empinada cuesta para llegar al mismo y visitar sus jardines.

La fábrica fue fundada en 1750 como filial de la de Guadalajara y únicamente se puede acceder a los jardines, ya que el edificio está siendo restaurado en su interior, parece ser que para hacer del mismo un Parador de Turismo. Nada queda ya de los 84 telares ni de las tinajas que guardaban los diferentes tintes. Únicamente los amplios ventanales que permitían airear las estancias. De los jardines, construídos en el s. XIX, Camilo José Cela escribió en su obra Viaje a La Alcarria: “El jardín de la fábrica es un jardín romántico, un jardín para morir, en la adolescencia, de amor, de desesperación, de tisis y de nostalgia”. Poco más puedo añadir yo, si no es resaltar la belleza del jardín. Diseñado con sumo cuidado, parece el escenario perfecto para grandes pasiones. Además, su ligera decadencia y situación de medio abandono actual, potencian más todavía su carácter romántico. Tras los árboles del jardín, hay unas bellas vistas sobre el valle del Río Tajuña. No os las perdáis.
Una vez fuera del recinto, justo al lado de la salida de la Fábrica, hay una tienda de antigüedades, esperando ser descubierta, que os trasladará a vuestra infancia y más allá…
Desde Brihuega, una pequeña carretera dirección Sigüenza nos acabará devolviendo a la Nacional II, donde deberemos continuar nuestro camino hasta el desvío a Sigüenza.
Una vez en la carretera de nuevo en dirección Sigüenza, no debemos dejar pasar el desvío a Pelegrina.
Segunda parada, Pelegrina:
El director de nuestro hotelito en Carabias, el precioso Hotel Cardamomo, fue quien nos recomendó este lugar y sin duda fue de lo mejor del viaje. La pequeña localidad de Pelegrina se sitúa sobre un alto, en el centro de un valle, dentro del Parque Natural del Río Dulce, dominada por las ruinas de su castillo. A pocos kilómetros del lugar, se encuentra el mirador de Rodríguez de la Fuente, con unas vistas, que me han dicho son espectaculares y punto de partida de bellísimas rutas de senderismo. Yo no pude llegar hasta el pueblo ya que cayó una espectacular nevada, pero me encantó conducir entre praderas y árboles bajos, cubiertos de nieve, ya dentro del Parque Natural. Tras un giro inesperado, en medio del plácido paisaje, descubrí por fin Pelegrina.
¡Qué vistas espectaculares a un kilómetro y medio del pueblecito, que emerge mágicamente en el valle! Aunque no nos adentráramos más hacia el pueblo, esta estampa y poder pisar la nieve recién caída, son de esas experiencias que en un viaje te pillan de sorpresa y se convierten en inolvidables… ¡Os animo a que os adentréis en la carretera de la foto y me contéis sobre el pueblo, el mirador y las rutas de senderismo!

Después, vuelta a la carretera hacia Sigüenza para continuar nuestra ruta, aunque eso será ya en el próximo post, donde llegaremos también por fin, al Hotel Cardamomo en Carabias.
Bego dijo,
abril 28, 2009 @ 3:16 pm
El viaje muy interesante,el jardin al lado de la fabrica de paños me gusta, Pelegrina precioso, que suerte la nieve recien caida, que bonito….
Esperamos el proximo episodio con el hotel Cardamomo incluido
JAVIER ADAN dijo,
mayo 2, 2009 @ 12:02 pm
Bonito relato.
Juana dijo,
mayo 4, 2009 @ 7:12 pm
Tienes una habilidad enormr para encontrar lugares interesantísimos.Siempre me sorprendes y quiero vrlo todo.Y la majestuosidad que le da la nevada…Sólo conocía esos sitios de nombre.
Gero erte,reina.Abre el correo que te mando una notita.Un beso.
moonriver dijo,
mayo 7, 2009 @ 12:12 am
Está claro que los pueblecitos de España son una de mis grandes asignaturas pendientes. A ver si me pongo a ello pronto siguiendo tus inestimables consejos. O mejor me espero a disfrutar de la próxima gran nevada. 😉
chus dijo,
mayo 16, 2009 @ 12:00 pm
Ayer visitando las Edades del Hombre en Soria, unos amigos nos hablaron de Carabias y yo les comente vuestro descubrimiento del Hotel Cardamomo y su entorno. Elisa les hablo de tu blog en términos muy elogiosos, así que igual tienes algún visitante más, aunque luego no te dejen comentarios. Muy interesante todo lo que cuentas de Atienza, habrá que ir, pues hemos estado dos veces en Sigüenza, pero siempre por falta de tiempo no hemos ido. Un beso.
chus dijo,
mayo 18, 2009 @ 9:15 am
Donde dice Atienza quiero decir Brihuega, ha sido un lapsus, pues Atienza lo tengo pendiente también.
luf dijo,
mayo 18, 2009 @ 12:26 pm
Que relatos mas bonitos haces de los sitios, la verdad es que todos los pueblos tienen algo en lo que merece la pena hacer una parada.
muxus y biquiños
javier elegido dijo,
julio 10, 2014 @ 2:34 pm
Desde que visitaste Brihuega, esta cambiando, nuevas espacios se están recuperando para esta bonita villa, también cuenta con un museo de reciente creación denominado profesor Max, ubicado en un antiguo convento Franciscano de finales del S. XVI. Juan Elegido Millán un increíble Briocense que viajo por un montón de países haciendo un espectáculo único de hipnotismo y sugestión , su mente prodigiosa deslumbro a las personas entre los años 40-70, gracias a sus viajes recopilaría una fantástica colección de objetos de arte en miniaturas. algunos solo posibles de ver gracias a lupas y microscopios.
Es una escusa mas para visitar este Jardín de La Alcarria, llamado Brihuega