Nadie puede negar que Bruselas es el sitio perfecto para hacerse con un riquísimo chocolate. Pero, ¿sabéis de dónde viene la tradición chocolatera belga? Nos contó nuestra guía allí, que a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, la industrialización y la prosperidad de Bruselas atrajeron a empresarios emprendedores que llegaron desde distintos confines del mundo para probar suerte en este negocio. El fundador de la marca Leonidas se desplazó desde Constantinopla pasando por Estados Unidos y el origen de otro de los clásicos de este apetitoso oficio, Neuhaus, proviene de Suiza. Fue precisamente esta última firma la responsable de la creación del hoy famoso praliné en 1917. En efecto, cuando Neuhaus experimentaba en su confitería farmacéutica de la Galerie de la Reine surgió esta entonces innovadora propuesta caracterizada por un relleno suave y un exterior crujiente. Si estáis en Bruselas, no olvidéis visitar esta tienda que aún se mantiene a pleno rendimiento. Ya sólo el escaparate y la fachada merecen la pena, ¿no os parece ;)?
Dada la importancia del
chocolate para
Bélgica, la
Oficina de Turismo de Bélgica Bruselas Valonia sabía que alguna actividad relacionada con este manjar era imprescindible en nuestro
blogtrip. Por eso, preparó para nosotros
un plan genial,
diferente y muy dulce. La
visita al taller chocolatero de Zaabär, una chocolatería moderna, en funcionamiento desde
2007 y cuyo valor diferencial consiste en
combinar el fabuloso chocolate belga con especias de todo el mundo, de ahí su nombre, inspirado en el Gran Bazar de Estambul. Nada más llegar a sus instalaciones, situadas
en un barrio especialmente agradable y tranquilo, nos invitaron a disfrutar de
una deliciosa bebida fría, el
Kakau Ceylon, a base de chocolate negro en polvo, leche, comino, canela, cardamomo… ¡Riquísimo! Después,
ataviados como verdaderos expertos chocolateros, acudimos a su
taller de fabricación, donde aprendimos unas cuantas cosas sobre el
proceso de elaboración del chocolate. Resulta que las
semillas del cacao, ese fruto que veis en la foto, se fermentan y secan durante 21 días, luego se calientan y tuestan, para finalmente molerse y obtener así
manteca de cacao y sobre todo
pasta de cacao, que mezclada con azúcar forma la
masa de chocolate con la que se trabaja. Antes de comenzar a utilizarla, es necesario introducirla en tanques para fundirla. Cuando se trata de chocolate negro, la temperatura debe ser de 50 grados y en el resto de los casos de 45 grados.
El chocolate está listo para darle forma a 32 grados, la temperatura ideal para que esté
crujiente,
fundente y
brillante. Para obtener esta temperatura, es necesario moverlo sobre una tabla de mármol que está a entre 10 y 15 grados. Habremos alcanzado la temperatura correcta, cuando al colocar un poquito en el labio, cuya temperatura es la corporal, es decir 36 grados, notemos el chocolate algo frío.
Una vez aprendida la lección, enseguida nos lanzamos a
probar a ser chocolateros en Bruselas por un rato. Una de nuestras tareas consistió en hacer
trufas. Para ello, teníamos listo el relleno y sólo había que rebozarlo primero en el chocolate previamente preparado y después en azúcar o avellana, por ejemplo. Gracias a
Lala, del blog
Turisteando, que me hizo esta foto, podéis ver las pintas que llevaba en pleno proceso ;). Por otro lado, para hacer las
monedas de chocolate utilizamos directamente el chocolate mediante una improvisada manga pastelera de papel y le añadimos lo que nos pareció, del colorido surtido que nos ofrecieron y que veis aquí: pistachos, avellanas, pasas, nueces, sal, guindilla… Al final, preparamos nuestras creaciones para llevarlas a casa con
un packaging precioso. Estaban tan bien envueltas que parecían para regalo, juzgad vosotros mismos el resultado, que ya os había mostrado
aquí. Así, no sólo lo pasamos fenomenal durante toda la experiencia, sino que gracias a
Zaabär además
nos llevamos a casa unos cuantos tesoros deliciosos fabricados por nosotros :).
Por supuesto antes de irnos pasamos por la tienda de Zaabär, donde se expone una cantidad increíble de tentadores productos cuya base principal es el chocolate. Por mi parte, os recomiendo las tabletas de chocolate con especias, sobre todo las de sal y curry y también la de chile, pero esta última sólo si os gusta el picante. Otra opción segura es la de los cuadrados de chocolate con speculoos, una galleta típica belga de canela y azúcar moreno. Entre estas propuestas tan originales seguro que vuestro único problema aquí será no saber por cuál decidiros…
Entonces, ¿qué decís? ¿Os apuntáis al taller chocolatero de Zaabär en Bruselas y a probar sus novedosas propuestas?
Consejos prácticos
–
Zaabär se encuentra en la
Chaussée de Charleroi 125, una calle a la que es fácil llegar desde el centro en tranvía o a pie. Los
talleres chocolateros son para grupos de niños o adultos de 10 personas mínimo, aunque es posible obtener una oferta personalizada en caso de grupos inferiores. Su email es
info@zaabar.be. Os dejo
aquí el link a su página web en inglés y los links a la información de los cursos para niños y adultos
aquí y
aquí, también en inglés.
-Si queréis tener
otra perspectiva sobre esta estupenda experiencia os invito a leer
este post de mi compi
Marta del blog
Pasean2 y ya de paso a que os deis una vuelta por
sus páginas repletas de
delicias gastronómicas. ¡No os arrepentiréis!
-Y por si os habéis perdido alguno de mis
posts belgas, están todos
aquí.
¡Que tengáis una semana muy dulce ;)!
Kat La Decoradora Vintage dijo,
diciembre 15, 2011 @ 9:46 am
Hola Susana!!
Pero que experiencia más chula!! Trabajar el chocolate con ese aroma mmmm…Que buenas recomendaciones!!
Un besazo!!
três dijo,
diciembre 15, 2011 @ 10:19 am
¡Qué post más interesante y más apetecible! Claro que me lo apunto para futuros viajes =) Bss guapa
Mar
PolkaDot Lighthouse dijo,
diciembre 15, 2011 @ 12:12 pm
Vaya experiencia tan apetecible! A estas horas me has dado un hambre… hasta me han llegado los aromas de tus fotos 😉
Besitos!
Gildo Kaldorana dijo,
diciembre 15, 2011 @ 12:58 pm
Uf que rico!!.
Mecagüen………si no fuera por el colesterol.
Muy buen post.
Saludos
Neus dijo,
diciembre 15, 2011 @ 3:45 pm
mmm que buena pinta!! Yo visité ya hace unos años Bruselas, el principio de los vuelos baratos 😉 pero me hubiera encantado visitar este lugar! Hasta pronto*
Maru dijo,
diciembre 15, 2011 @ 6:48 pm
Me encantó leer esta historia! soy fan del chocolate en todas sus formas, que tentación el belga!
beso!
Chus dijo,
diciembre 15, 2011 @ 7:40 pm
Tomo nota, habrá bombones a mi vuelta.
Interesante historia y muy graciosa tu foto de chocolatera.
Bsss.
mes caprices belges dijo,
diciembre 15, 2011 @ 8:30 pm
Zaabär estaba a 100m. de la última casa que vivimos !!Qué buenos sus chooclates…
theROOM dijo,
diciembre 15, 2011 @ 8:52 pm
Choooocoooolaaaateeee 😀
Erika.Madrid Fashion dijo,
diciembre 19, 2011 @ 8:48 am
que ricoooooooooo menuda forma de abrir el hambre a primera hora de la mañana
Rocio @ Casa Haus dijo,
diciembre 19, 2011 @ 2:24 pm
Ay, pero cómo me das envidia de la buena!!!!! Qué viaje tan delicioso, yo soy fan del chocolate… me encantó verte convertida en toda una chocolatier!
Saludos!
Laura y Lola dijo,
diciembre 19, 2011 @ 4:08 pm
A mi me llevas alli y me haces la mujer más feliz del mundo, soy totalmente adicta a este dulce tan rico, me vuelve loca.
Si todavia no conoces nuestro blog te animo a que nos visites, bueno a que nos visitemos!
Muaaa
Víctor (Vivir Europa) dijo,
diciembre 19, 2011 @ 4:20 pm
Qué pasada de post… y de lugar, creo que he engordado un kilo solo de la envidia. 🙂
Hele dijo,
diciembre 19, 2011 @ 8:54 pm
alá!, qué guay! la proxima vez que vaya me apunto a una de estas visitas seguro!!!
Begoña dijo,
diciembre 20, 2011 @ 8:45 am
¡Que rico el chocolate!la chocolatera guapisima y transmitiendo alegria.
Madaboutravel dijo,
diciembre 20, 2011 @ 9:30 am
Ooooh!!!! Qué experiencia tan genial! Me la apunto 😉
Tawaki dijo,
diciembre 21, 2011 @ 3:30 pm
Viví dos años en Bruselas y doy fe de lo bueno que es el chocolate de allí. Es una ciudad estupenda en la que pasar unos días.
Besos.
Sonia Otero dijo,
diciembre 21, 2011 @ 4:43 pm
El chocolate belga es una delicia pero si además tienes la oportunidad de aprender con un maestro chocolatero y disfrutar de todo el proceso tiene que ser una experiencia cuando menos muy sabrosa.
Sé que tengo pendiente mi post amigo, no me olvido aunque tarde un poco o mucho. En fin…
Buena semana!!!!!!!!!
Susana dijo,
diciembre 24, 2011 @ 12:25 am
¡Hola!
¡Gracias chicos por los comentarios! Veo que todos somos fans del chocolate ;).
Laura y Lola- ¡Bienvenidas por aquí! Ahora mismo me voy a conocer vuestro blog :).
Sonia Otero- ¡Espero con mucha ilusión tu post ;)!
¡Un beso navideño!
Oficina de Turismo de Bélgica: Bruselas y Valonia dijo,
enero 22, 2013 @ 1:36 pm
Tu lo has dicho, un plan genial, diferente y muy dulce. La visita al taller chocolatero de Zaabär. Además ahora que se acerca la hora de comer… Muy buenas fotos, y solo de pensarlo nos viene a la cabeza ese fantástico aroma 🙂