Soñando con… el Acapulco de los años 50 y 60 del Hotel Boca Chica/Dreaming of… the Acapulco of the 50s and the 60s of Hotel Boca Chica

He descubierto un hotel perdido en un entorno idílico. Está en Acapulco, en México, y sueño con escaparme allí, así que os voy a hablar de él, eso sí, muy bajito, no sea que la noticia se extienda y que con la masificación el sitio pierda su encanto…

El Hotel Boca Chica fue, al parecer, uno de los alojamientos más glamourosos de los años 50 y 60 en Acapulco. Situado en la Bahía de Santa Lucía frente a la Isla de la Roqueta (una reserva natural) goza de una posición privilegiada al final de la Playa Caletilla, que se caracteriza por sus aguas tranquilas. Hoy sus recientemente restauradas instalaciones, respetando el estilo original, constan de habitaciones con vistas panorámicas y mobiliario vintage. Además, junto al edificio principal se extienden bonitos jardines, la elegante piscina, una caleta privada y un muelle. Los servicios del hotel se completan con un spa de lo más apetecible. Genial el verde vintage que se repite en distintos elementos del hotel y la palapa donde se encuentra el restaurante, especializado en pescados y mariscos y que utiliza ingredientes y recetas locales, además de ofrecer un original servicio Sushi To Go. Un hotel para descansar y disfrutar de lo mejor del verano: agua, relax, buena comida y actividades al aire libre. Para pasarlo como Elvis Presley y Ursula Andress (la famosa «Chica Bond») en Fun in Acapulco (1963). Precisamente gracias a esta película el Hotel Boca Chica dio la vuelta al mundo. El largometraje, por cierto, es indescriptible, diría que sólo apto para nostálgicos y para aquellos que quieran echarse unas risas: Elvis se convierte en cantante de mariachis y el film está plagado de tópicos mexicanos e incluso españoles en un mix explosivo difícil de imaginar.

Decidido entonces, nos alojamos en el Hotel Boca Chica. Una vez allí,  podremos explorar el Acapulco más retro y paradisiaco, aquel al que se llamó una vez La Perla del Pacífico. Tengo ganas de ver a los clavadistas de La Quebrada, esos valientes que saltan al agua desde un acantilado a una altura de 25 a 30 metros. Si queremos verles bien, nada como hacerlo desde el restaurante La Perla, un mítico punto de encuentro y el lugar donde era imprescindible dejarse caer en aquellos años. Muy cerca, nos esperan también los famosos atardeceres de la explanada Sinfonía del Mar.

Dicen que Acapulco se hizo famosa por ser protagonista del cine mexicano en su Época de Oro y que incluso formó parte de la Edad de Oro de Hollywood. Por eso, en los años 50 y 60 acudían a su bonito puerto y a sus playas vírgenes los actores y políticos del momento, para disfrutar de sus restaurantes, su vida nocturna y lujosas embarcaciones. Dicen que Acapulco ya no es lo que era, que la masificación la ha cambiado, pero seguro que desde nuestro particular refugio retro chic, el Hotel Boca Chica, podemos vivir todavía ese legendario Acapulco lleno glamour.

¿Nos vamos para allá? ¡Feliz estancia!

Fotos vía Hotel Boca Chica