Se celebra en 2010 el bicentenario de la independencia de las naciones iberoamericanas respecto a España. Dicha independencia fue obtenida a raíz de los ciclos revolucionarios que transcurrieron entre mediados del siglo XVIII y mediados del siglo XIX en la citada región. España acompaña a los países protagonistas en la celebración, una muestra del importante nexo que existe entre Iberoamérica y nuestro país hoy. Para la ocasión, este blog quiere acercarse a la herencia colonial que muchas de las ciudades de estos países siguen conservando y que forman parte también de su identidad. Concretamente hoy iremos a Valladolid, en México. Tercera ciudad más importante de la Península de Yucatán, tras Mérida y Cancún y a 150 km de esta última, Valladolid es una perfecta escapada si nos encontramos de vacaciones en Riviera Maya y queremos acercarnos al estilo colonial mexicano.
México celebra este año el bicentenario de su independencia que se desarrolló entre 1808 y 1821 y que encuentra su origen, al igual que sucede con los otros países de la región, en una serie de circunstancias de tipo interno y otras de carácter externo. En efecto, el estado de las relaciones entre España y estas naciones favoreció el estallido de las distintas revoluciones: una población que no tenía de facto los mismos derechos políticos que la peninsular, un sistema comercial con monopolio de las metrópolis españolas y una situación de corrupción administrativa. Por otro lado, las ideas propias del siglo XVIII fruto de la filosofía de la Ilustración y la expansión de la masonería, así como el ejemplo de otras naciones como los Estados Unidos y Francia propiciaron que la lucha por la independencia comenzara, frente a una España particularmente debilitada por la guerra que se libraba contra la invasión napoleónica desde 1808.
La conmemoración de estos movimientos y el logro de la independencia, nos han parecido la excusa perfecta para conocer las aportaciones artísticas españolas que forman parte de la historia de estos países y de su patrimonio cultural. Por eso, nos dirigimos a Valladolid en busca de arte e historia y esperamos encontrar también alguna que otra sorpresa, como sucede en los grandes viajes.
Tras salir de la estación de autobuses de Playa del Carmen con un billete obtenido en la oficina que se encuentra en la calle principal del pueblo, llegamos después de un trayecto de alrededor de dos horas y media a Valladolid.
Nada más salir de la estación, nos topamos con una calle muy concurrida: coches, gente, tiendas, todos parecen ir a alguna parte o tener algo que hacer, aunque sea descansar tranquilamente. Parece que hemos interrumpido a la ciudad en su quehacer cotidiano.
Como turistas intrusos que somos, nos dirigimos al
zócalo o
plaza mayor. Allí, nos llaman la atención los puestos callejeros de tortillas de maíz o trigo y las mujeres mayas que venden huipiles (las camisas blancas bordadas con flores de vivos colores tan típicas de la zona). Estas últimas nos recuerdan que antes de la llegada de los españoles, la ciudad fue un asentamiento maya.
Tampoco podemos perdernos la Iglesia de San Gervasio, ni los soportales que encontramos a continuación donde, al menos una tienda vende chocolate maya, con pimienta y canela, para hacer a la taza. Así, llegamos al Palacio Municipal, al que podemos entrar.
Además con la lluvia torrencial que acaba de empezar, lo mejor va a ser resguardarse cuanto antes. Nos dirigimos a una galería con ventanas, desde la que vemos la plaza, los lugares por donde hemos pasado y un parque en el centro, cuyo verdor con la lluvia es aún más intenso.
Los paneles de la galería nos cuentan la historia de la ciudad: hablan de los mayas y del estallido de la Revolución Mexicana de 1910 contra la dictadura de Porfirio Díaz, que tuvo lugar en Valladolid. El levantamiento se prolongó hasta 1917 y este año se celebra también el centenario de su inicio.
Al volver a la calle tras el final de la lluvia, podemos ir por la calle que se encuentra entre los soportales donde estuvimos antes y el Palacio.
Si hacemos esto, nos encontraremos con la Iglesia de Santa Ana construída por los franciscanos en un estilo sencillo pero muy particular, lleno de belleza. Después, torciendo a la izquierda, se llega al mercado: verduras, animales, utensilios…la multitud se afana allí en encontrar lo que busca.
De nuevo en el zócalo, volviendo sobre nuestros pasos, y caminando desde el Palacio Municipal para dar la vuelta completa a la plaza, la comida nos sirve de excusa para contemplar el interior de una construcción colonial. Hoy convertido en hotel y restaurante y dotado de un hermoso patio típico de la época, El Mesón del Marqués es el lugar perfecto donde descansar y probar las especialidades de la zona: cochinita pibil, puré de frijoles, son platos obligados de una comida en la que deliciosos sabores nos sorprenden y deleitan.
De nuevo en marcha, tomamos la calle 41-A, que junto a la Iglesia de San Gervasio se aleja de la catedral y está repleta de pequeñas casas coloniales. Nos fijamos en los rasgos típicos de esta arquitectura, el trabajo de las rejas de hierro forjado, las puertas de madera, robustas, y la sencillez del conjunto, mientras adivinamos un patio interior donde corre una ligera brisa, como el del restaurante, detrás de la fachada.
Al final de la calle, y hacia la izquierda divisamos los primeros edificios religiosos de Yucatán, que además fueron construidos por los franciscanos: la Iglesia de San Bernardino de Siena y, colindante, el ex-convento de Sisal, importante centro religioso en la época colonial.
Tras el paseo, es momento de regresar a la plaza mayor y a la estación de autobuses, después de habernos acercado al pasado colonial de Yucatán, en el bicentenario de la independencia iberoamericana.
¡Gal, estoy lista para volver allá! 😉
Consejos Prácticos
Para conocer mejor la comida tradicional de El Mesón del Marqués os recomiendo que os paséis por:
moonriver dijo,
febrero 25, 2010 @ 7:38 pm
¡Qué bonito recorrido, Su! Y luego dices que no escribes bien…
¡Un besazo!
Susana dijo,
febrero 26, 2010 @ 2:18 pm
¡Anita!
¡Que este finde se publica el tema "Rojo" en La Vuelta al Mundo!
¿Cómo lo llevas?
¡Un beso grandote!
Chus dijo,
febrero 26, 2010 @ 11:25 pm
Un recorrido muy interesante y por las fotos que has puesto debe ser bonito.
Lo de comer cochinita pibil, suena gracioso. ¿Estaba tan rico como el pollo al ¿chipote? de Gal?
Besos.
Tawaki dijo,
febrero 27, 2010 @ 7:49 am
México es un país maravilloso, plagado de lugares interesantes y al que me gustaría volver lo antes posible.
Muchas gracias por este recorrido, ha sido muy interesante.
Besos.
Susana dijo,
febrero 28, 2010 @ 5:28 pm
Chus y Tawaki gracias por acompañarme en el recorrido 😉
Chus, creo que la visita vale la pena principalmente si sólo vas a visitar Riviera Maya en México, porque te da otra perspectiva del país muy distinta al ambiente caribeño de la costa. ¡La cochinita pibil deliciosa como el pollo chipotle, pero claro es que a mí la comida mexicana me encanta! ¡Ah y no pica,jeje!
Que razón tienes Tawaki, México es tan grande y diverso que siempre queda mucho por descubrir, a mí la primera…
¡Un beso a los dos!
Teresa dijo,
marzo 4, 2010 @ 10:04 am
Hola Susana, he visto tu blog en el país y estoy por aquí. Me encanta, ahora lo veré despacio y si no te importa haré un enlace en mi blog para tenerte a la vista.
Mi blog, por si te apetece verlo, es de libros que leo y algún viaje.
http://www.loslibrosdeteresa.blogspot.com
Un saludo
Teresa
Susana dijo,
marzo 5, 2010 @ 3:56 pm
¡Muchas gracias Teresa! ¡Qué bien que te haya interesado mi blog!
Yo también me he pasado por el tuyo: Las Cartas de Van Gogh a su hermano me emocionan como a ti y tu último post sobre "Esperadme en el cielo" me ha recordado a Terenci Moix y un libro suyo que me encantó "No digas que fue un sueño"…, así que pongo el enlace de tu blog en el mío y te seguiré sin duda.
¡Un beso!
Juana dijo,
marzo 6, 2010 @ 5:00 pm
Quiero irrrr
Besitos,reina
Gero arte.
Matías dijo,
abril 27, 2011 @ 4:31 pm
Tengo reservas en los Hoteles en Riviera Maya para mis próximas vacaciones y tendré en cuenta este destino para ir a visitar junto a mi familia. Saludos a todos y gracias por la infomación!